lunes, 26 de noviembre de 2007

Mucho por venir.. mucho

hay muchisima informacion aun acerca de la matanza de tlatelolco, y de mas testimonios reales de personas involucradas en el movimiento estudiantil del 68, vamos a seguir subiendo en estos dias articulos e informacion interesante para complementar
Igualmente compañeros si llegan a tener algun comentario o sugerencia, pueden hacerla con toda confianza en los comentarios de este blog.

Tambien les dejo aqui unos links muy interesantes espero los lean y disfruten

http://www.area.com.mx/market/tlatelolco.html

http://mx.geocities.com/allan_33398/

http://www.angelfire.com/nb/infomex/68/default.htm

http://iteso.mx/~victorm/Mexico_1968.html

Video

Que tal otro video...
increible que hace un par de decadas todas las evidencias fueran encubiertas por el gobierno, no solo al pueblo de Mexico, si no tambien a todo el mundo, como siempre los gobiernos minimizan los daños para no ser juzgados por el mundo, "si nadie vio nadie supo y nadie cree"

Incredulidad??

pues aqui tenemos mas testimonios reales de las personas quienes estuvieron en esos momentos y vivieron en carne propia estas atrocidades.

Testimonio

Raúl Álvarez Garin, fue líder estudiantil en el 68. El 2 de octubre Raúl estaba en la Plaza de las Tres Culturas enfrente de la Puerta Norte de la Iglesia de Santiago.

El lugar donde yo estaba ubicado en la Plaza de la Tres Culturas, a las 18:10, es muy cerca de donde caen la luces de bengala y desde ese lugar nosotros apreciamos cómo en el tercer piso detienen a los compañeros y aparece un individuo alto, de traje oscuro, que empieza a disparar sobre la plaza.

En ese mismo momento están avanzando los soldados en la dirección de poniente a oriente, en el momento de los disparos ellos están en la mitad de la ruinas que se encuentran entre la parte final de la plaza y la calle del Eje Central.

La reacción en la plaza, -la más significativa-, es que la gente, cuando empiezan todos los disparos, corre hacia el edificio Chihuahua intentando proteger a los compañeros y gritando "El Consejo, el consejo..." como llamando la atención para ayudar a los compañeros del Consejo General de Huelga para que no fueran a ser detenidos.

Pero esta masa que se mueve hacia el edificio Chihuahua, unos cuantos segundos después es rechazada y se percibe un movimiento como una ola que avanza y retrocede y entonces ya son generalizados los disparos y la gente en su mayoría empieza a desplazarse hacia el norte y nosotros por el costado norte de la iglesia de Santiago.

Solamente logramos avanzar hasta dar la vuelta y quedar en las fachadas orientales de la iglesia de Santiago cuando nos detienen con disparos de ametralladora por encima de nosotros.

Torturas

Ese es el testimonio directo. Eso duró dos horas y media. Después de eso me detuvieron y estuve dos años y siete meses en la cárcel de Lecumberri. En esa época cuando nos preguntaban si habíamos sido torturados, muchos respondíamos que no porque era otra idea la que estaba detrás de estas preguntas.


Después de eso me detuvieron y estuve dos años y siete meses en la cárcel de Lecumberri


Digamos que, técnicamente, todos los interrogatorios y las formas como se desarrollan las detenciones en Tlatelolco, estrictamente son bajo presiones excesivas: Golpes y amenazas y bastante más, porque es un grupo de gente que es detenida con una masacre de por medio, entonces, técnicamente, todos son interrogatorios bajo tortura.

Se respondía que no porque el hecho de que una persona admitiera que había sido torturada era como un reconocimiento a que había declarado de manera favorable a las versiones de las autoridades, entonces mucha gente respondía que no, que no, que no había sido torturada. Entonces prácticamente eran interrogatorios bajo presiones excesivas o tortura.

Testimonios

Si hay un procedimiento jurídico correcto no tenemos ninguna dificultad en probar todo lo que hemos señalado porque hay decenas o centenas o quizá hasta miles de testimonios de todo lo sucedido en Tlatelolco.


Lo que hemos dicho es que Tlatelolco es un crimen de Estado, que es un genocidio y se cometieron delitos de lesa humanidad


Estas cuestiones, además, han sido señaladas por nosotros desde el momento de las detenciones, en las primeras declaraciones de prensa, en las primeras declaraciones en los procesos judiciales de la época -que fueron una farsa, una ridiculez- hay suficientes elementos de prueba.

Y si se abren los archivos oficiales que estamos reclamando, todavía más, porque ahí tienen que estar una serie de evidencias documentales de los elementos principales de la acusación que nosotros hemos levantado.

Lo que hemos dicho es que Tlatelolco es un crimen de Estado, que es un genocidio y se cometieron delitos de lesa humanidad y todo eso se puede demostrar con absoluto cuidado

Testimonio

David Roura era estudiante de Secundaria en 1968. Presenció en 1971 la represión contra un movimiento estudiantil en San Cosme. Estuvo encarcelado por su artículos en contra del gobierno, los cuales fueron publicados en la revista ¿Por qué?

El 68 fue un parte-aguas para mi generación, nosotros agredimos nuestro tiempo, ese tiempo donde la sociedad estaba muy reprimida y nos atrevimos a salir a las calles, nos atrevimos a cantar y a decir lo que queríamos.

Somos una generación tal vez lisiada, tocada por el 68, todos los compañeros con los que me relaciono, me conocen como una persona del 68. Yo era muy joven, sin embargo estuvimos en el 68 y luego estuvimos en el 71.


Somos una generación tal vez lisiada, tocada por el 68, todos los compañeros con los que me relaciono, me conocen como una persona del 68


Nosotros aprendimos el lenguaje del poder, es el poder de los mitos de este país, este país que se mueve en mitos, en mentiras y nosotros siempre salimos con la verdad y ésta es una de las verdades que se tienen que esclarecer, no es el afán de venganza, es que se reconozca que fue un crimen de Estado, perfectamente planeado, un genocidio. Y que no se pueda volver a repetir.

Nosotros fuimos perseguidos, correteados, nuestros compañeros fueron torturados, unos en unos años otros en otros; este es el poder de un sistema político que ha usado la violencia siempre para reprimir cualquier manifestación democrática, en diferentes tiempos, es el poder absoluto. Cualquier cosa que se les salga de sus controles, lo reprimen y ¿Con qué? Con la mano del ejército.

Rencor profundo

Lo que siento es rencor, un rencor a los que nos mentían, a lo que nos pasaba la televisión. Era increíble. Salíamos a la calle y veíamos, por ejemplo, el día en que con una bazuca militar tomaron la Preparatoria Número 3, los compañeros estaban apostados detrás de la puerta y con el bazucaso tumbaron la puerta. Ese fue un acto violento, un acto brutal y todos nosotros, cuando regresamos a nuestras casas, decíamos: Ahora si tiene que decir algo la prensa, las noticias. Y no había nada.

Este es un rencor, sí, pero un rencor que ha sido alimentado desde el otro lado, tanto los compañeros masacrados el 2 de octubre, como los compañeros masacrados el diez de junio, donde a mi me tocó vivir la balacera -yo soy sobreviviente de los actos sanguinarios del ex presidente Luis Echeverría el 10 de junio-, el sistema siempre ha sido muy exacto para golpearnos.


Sí, ellos han alimentado nuestro rencor. Cuando tratábamos de manifestarnos de alguna forma, siempre nos reprimían


Sí, ellos han alimentado nuestro rencor. Cuando tratábamos de manifestarnos de alguna forma, siempre nos reprimían. No podemos perdonarlos porque nos han golpeado a donde quiera que hemos estado.

Se trata de llevar un juicio penal; ese juicio lo tenemos que conducir con mucho tacto, pero el juicio político, el juicio popular, el juicio del desprestigio a Gustavo Díaz Ordaz, a los que se hayan muerto, a toda esa calaña de tipejos que han estado ostentando el poder y sirviendo a los que detentan el poder... ¿Hasta cuando será suficiente?: Hasta cuando los veamos, como dice Neruda, juzgados en esa plaza.

Juzgados por lo más mínimo, por el juicio popular, por el juicio histórico, cuando ellos nos tengan que dar la cara, cuando los condenemos. Y los vamos a condenar no con la violencia que ellos nos condenaron, los vamos a condenar con los rostros de nuestros compañeros, con las manos crispadas de nuestros compañeros que han estado presos. Conocerán el dolor del que ha estado preso, con la rabia contenida les vamos a decir: Ustedes son culpables.

que puede haber mas real, que los testimonios de los que estuvieron ahi y nos comparten un poco de esos recuerdos que marcaron sus vidas.

Fotos Impactantes




es aveces dificile describir una situacion con palabras, bien dicen "una imagen vale mas que mil palabras"... cuantas valdran estas?

Una reflexión de la masacre de Tlatelolco en 1998 (fragmento)

encontre un articulo muy interesante que quiero presentar,
del autor Salvador Zarco

Algunos testimonios de los jóvenes que vivieron ese momento histórico, fueron rescatados por escritores como Elena Poniatowska, en su libro La noche de Tlatelolco (1969). Otros han recorrido el mundo, como por ejemplo el de Salvador Zarco, entonces estudiante de la UNAM, o la voz de Fernand Choisel, periodista francés que trabajaba en la radioemisora "Europa Uno" y quien presenció el mitin del 2 de octubre.

Una reflexión de la masacre de Tlatelolco en 1998 (fragmento)
Por Salvador Zarco


" En 1968 yo era un estudiante de filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, como muchos otros de mi generación, estuve involucrado en política estudiantil.

Algunos estudiantes y maestros comenzamos nuestras protestas cuando el gobierno estadounidense invadió la República Dominicana en abril de 1965. Por toda la UNAM había personas preocupadas por los tratados económicos de Estados Unidos con América Latina; también estuvimos envueltos en un número de protestas en contra de la injusticia en nuestra propia sociedad.

En ese año hubo muchas protestas, algunas de otros grupos estudiantiles y algunas de trabajadores.
El foco de estas demostraciones y actividades sucedió, especialmente, en el verano de 1968; iba directamente en contra del gobierno mexicano que incrementaba cada vez mas la represión hacia los grupos que hacían movimientos sociales. En julio, el ejército mexicano y la policía, ocuparon
el Instituto Politécnico Nacional; ésta invasión dejó centenas de heridos y docenas de muertos.

El gobierno justificó sus actos declarando que los movimientos estudiantiles en la ciudad eran parte
de una conspiración "comunista". Sin embargo,
esta masacre sólo intensificó las protestas. Las organizaciones liberales y los estudiantes
comenzaron a pedir el fin de la represión, se hizo
un llamado a la democracia y al respeto de la leyes de la Constitución mexicana. El gobierno mexicano, en lugar de responder con una actitud abierta
al diálogo, reaccionó aún con más represión. Los estudiantes eran arbitrariamente arrestados, en septiembre de 68, la UNAM fue ocupada por tropas militares.



El ciclo de violencia del gobierno hacia los estudiantes, provocó el enojo de muchos trabajadores de la ciudad. Desde mi perspectiva, la represión creció a la par de la participación de los trabajadores; el gobierno se alarmó, pensando que el movimiento de estudiantes aunado al de los trabajadores, podría forzar al gobierno a dar apertura a la democracia en la sociedad mexicana. Consecuentemente, el gobierno incrementó su política represiva.

Dado que la prensa mexicana nunca dio noticia exacta de los eventos ocurridos en el verano del 68, para el gobierno fue fácil esconder la situación social que se suscitó a partir de la lucha de los trabajadores.

Este es el antecedente de la masacre de Tlatelolco o de la Plaza de las Tres Culturas, ocurrida la noche del 2 de octubre de 1968. Esa noche, según yo entendí, estaba acordada la reunión entre los representantes del movimiento estudiantil, así como de representantes del gobierno, para comenzar la resolución del conflicto. Había una promesa de paz por parte del gobierno, pero el resultado, por supuesto, de esa promesa, fue la masacre donde, según yo creo, fueron asesinados entre 300 y 500 estudiantes y trabajadores.

Yo no estuve presente el 2 de octubre, dado que tenía otro compromiso para esa tarde. Sin duda, tampoco creí que después de la masacre el gobierno se atreviera a atacar nuevamente a los estudiantes y trabajadores.

Desde donde yo estaba, en un lugar cercano al centro de la ciudad, pude escuchar los disparos que provenían de la Plaza.
Más
tarde, sin saber todas las implicaciones de lo que había ocurrido, fui a mi trabajo de lector de pruebas a El Día, uno de los periódicos de ese tiempo. En mi camino, vi docenas de camiones incendiados así como coches. Era evidente para mí, que había sucedido una confrontación tremenda entre las fuerzas gubernamentales y los estudiantes y trabajadores.

Después del trabajo, a la mañana siguiente, fui de departamento en departamento buscando a mis amigos. Ninguno parecía estar en casa en los primeros dos sitios que visité; en el tercero, sin embargo, fui bienvenido por miembros de la policía secreta mexicana. Ya fuera que me estaban buscando o no, inmediatamente fui arrestado y llevado a la estación de policía.


Fui colocado en un cuarto frío, me taparon los ojos, me golpearon y me dieron choques eléctricos el día entero.
Fue una experiencia de horror. Ellos querían que yo admitiera que había cometido numerosos crímenes en contra del Estado, los cuales yo nunca había realizado.

Yo supe, tiempo después, que se habían arrestado alrededor de 2000 personas durante esa semana. Fuimos encarcelados, sin juico, en tres diferentes prisiones de la ciudad de México. En diciembre de 1968, la mayor parte de los encarcelados fueron liberados. Sin embargo, yo, junto con otros ochenta, permanecimos en prisión hasta diciembre de 1971, sin nunca haber tenido juicio formal. Entonces, misteriosamente, todos nuestros cargos fueron retirados y fuimos liberados por un gobierno que, repentinamente, aceptaba que había cometido un error al arrestarnos.

Lo que hizo esta experiencia en mí fue comprometerme a fondo con la acción social. En 1974 encontré un trabajo como ferrocarrilero. Yo simpre admiré la historia de la unión de trabajadores de ferrocarriles en México, así como a Demetrio Vallejo, el mayor líder de ese gremio laboral. Me convertí en activista del sindicato hasta llegar a ser Secretario general de una sección.

La lucha en contra de la represión de nuestros movimientos estudiantiles en 1968, ha traído al fin ciertos cambios en México. Antes de 1968 era imposible hacer una protesta pública. Ahora, treinta años después, la gente con quejas y protestas puede circular libremente por la ciudad, se puede demandar resolución a conflictos con el gobierno. La marcha que se hizo el 2 de octubre de 1998, mostró que los estudiantes mexicanos no han sido engañados por la mala información y mentiras acerca de 1968. Esto me hace sentir una esperanza por el futuro de México".

Antecedentes

El 13 de Septiembre tiene lugar "La Marcha del Silencio", una manifestación de más de 250000 personas, en donde todos iban en silencio para evitar que la policía pusiera como pretexto la provocación por parte de los estudiantes. Aun asi eso no parecio bastar..

El 18 de Septiembre el ejército ocupó la Ciudad Universitaria; hubo detenidos. Cabe señalar que los trabajadores en el área de investigación y los del área administrativa no habían entrado a la huelga, así como algunos de difusión cultural. Sólo la actividad docente permanecía interrumpida.

El 19 de Septiembre, el rector Javier Barros Sierra protestó por la ocupación militar y encabezó una manifestación, fue la primera vez en que rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apoyó explícitamente al movimiento; la ocupación duró 12 días. La Cámara de Diputados, en voz de su líder Luis Farías, atacó al rector Barros Sierra, quien presentó su renuncia, sin que le fuera aceptada. La Junta de Gobierno le pidió expresamente que permaneciera al frente de la UNAM.

El 23 de Septiembre se enfrentan las fuerzas del gobierno y los estudiantes en el Casco de Santo Tomás, uno de los dos principales campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El día 27 de Septiembre se realiza un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, ahí se invita a otro mitin que se llevará a cabo el 2 de Octubre, en ese mismo lugar a las cinco de la tarde.

El 1 de Octubre se reanudaron las labores de investigación, administración y, parcialmente, las de difusión cultural en la UNAM. El Consejo Nacional de Huelga (CNH) decidió mantener la huelga escolar.

La tarde del 2 de Octubre de 1968, cuando la ciudad guardaba silencio, miles de estudiantes salieron a la calle para protestar contra el autoritarismo gubernamental, que se hacía presente en persecuciones, secuestros, torturas y asesinatos contra quienes mostraban públicamente su rechazo. La Secretaría de Gobernación a cargo de su titular Luis Echeverria Alvarez, respondió enviando un nutrido contingente del ejército apoyado por gran cantidad de elementos de la policía capitalina con la intención de poner fin al prolongado conflicto.

El día 9 de Octubre el CNH acepta la tregua Olímpica, ninguna manifestación del 12 al 28 de Octubre.

El sábado 12 de Octubre se inauguraró la Olimpiada de México 68, bautizada desde el principio como "La Olimpiada de la Paz", de ahí su logotipo.

El día 4 de Diciembre los estudiantes regresaron a clases.

La masacre representa uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de México. En la actualidad, aun existen numerosos casos de desaparecidos sin aclarar, quedando impunes los crímenes que se hayan cometido.

domingo, 25 de noviembre de 2007

NO se olvida

a casi 40 años de la masacre en la plaza de las tres culturas, siguen retumbando las ametralladoras del ejercito a los estudiantes desarmados del movimiento estudiantil, y aun asi lo que no se escucha es el nombre de los culpables.

para esta primera entrada les dejo un video que encontramos en you tube.